LA PROBABILIDAD ESTADÍSTICA DEL AMOR A PRIMERA VISTA – JENNIFER E. SMITH

¿Desde cuándo son puntuales los aviones a la hora de despegar? Hadley ha llegado cuatro minutos tarde, lo que, bien pensado, no parece mucho; una pausa para la publicidad, el descanso entre dos clases, el tiempo que lleva calentar un plato precocinado en el microondas. Cuatro minutos no son nada. Cierra los ojos solo un instante y, cuando los vuelve a abrir, el avión ha desaparecido. Hoy debería ser uno de los peores días en los diecisiete años de la vida de Hadley Sullivan: ha perdido su vuelo por cuatro minutos y ahora está atrapada en el aeropuerto JFK de Nueva York. Llega tarde a la segunda boda de su padre, que se celebrará en Londres, con una mujer a la que Hadley ni siquiera conoce y que pronto se convertirá en su madrastra. Pero entonces conoce al chico perfecto en la atestada sala de espera del aeropuerto. Su nombre es Oliver, es británico y su asiento es el 18C. El de Hadley, el 18 A. Los caprichos del destino y las casualidades de la vida son el motor de esta conmovedora novela sobre lazos familiares, segundas oportunidades y primeros amores. Desarrollada a lo largo de 24 horas, la historia de Hadley y Oliver nos convence de que el amor verdadero puede aparecer en nuestras vidas cuando menos lo esperamos.

EDITORIAL SUMA DE LETRAS

Este libro lo devoré en apenas unas horas, ya que es un libro bastante corto, no llega a las 200 páginas, y es rápido de leer a la vez que entretenido. No está nada mal para leer un domingo por la tarde con un café en la mano.

¿Quien había imaginado que cuatro minutos lo cambiarían todo?

Nuestra protagonista Hadley Sullivan, una chica guapa, como ella misma se describe, de ojos azules y cabello rubio, algo típico, tras perder su vuelo previsto para Londres por unos simples cuatro minutos, se ve obligada a esperar durante más de tres horas a que aparezca el siguiente vuelo y con un poco de suerte, llegará a tiempo a la boda de su padre. Había soñado que esto pasara pero en otras circunstancias que justificarían que no acompañara a su padre al altar con una mujer que ni siquiera conoce, pero sabemos que eso no va a pasar ¿verdad? Pues bien, como si lo hubieran puesto allí para ella Oliver está sentado en el asiento de plástico justo al lado del suyo, llamémoslo destino, y después, llamémoslo destino otra vez, en el asiento 18C cuando ella tiene el asiento 18 A

Las casualidades de la vida aterran

Oliver es un chico de ojos verdes y cabello castaño largo y desaliñado, pero hay algo en él que le resulta atractivo, tal vez sea el acento, que está convencida de que es británico, o tal vez la manera que tuerce la boca mientras intenta mantener la sonrisa

Sí, yo también me enamoraría

La cuestión es que casualmente el chico vuela hacia Londres, con planes distintos a los de ella, pero eso no evita que estén durante las siete horas de vuelo hablando constantemente. Ella tiene pánico a los espacios cerrados y el la ayuda a distraerse. 

“Alguien le dijo una vez que existe una fórmula para determinar cuánto se tarda en olvidar a alguien, y que es la mitad del tiempo que se ha estado con ese alguien. Hadley tiene sus dudas respecto a lo precisa que puede ser esta fórmula, un cálculo que se la antoja demasiado simple para algo tan complicado como que a uno le rompan el corazón.” 

La historia transcurre en solo veinticuatro horas, lo que hace que el libro no se haga pesado, ya que si pasan muchos días desde el comienzo de la historia, o si el libro es muy grueso pero solo pasan tres, se te hace un libro eterno, al menos eso es lo que me pasa a mí. Prefiero un libro fluido y que no cueste tanto de seguir el hilo, porque llega un punto en que realmente ya no sabes ni lo que estás leyendo.

Conclusión, si te apetece leer un libro corto y entretenido este es tu libro.

Laure